lunes, 8 de octubre de 2012

Venezuela: Triunfo socialista, derrota neoliberal

El triunfo de la revolución no será recordado –solamente-  en nuestros pueblos por la cantidad de vientres que fueron satisfechos del hambre, sino por los niveles de educación, cultura y salud que dignificaron a cada ser humano como sujeto histórico y espacio sagrado de solidaridad, encuentro y liberación.

José Toledo / Especial para Con Nuestra América

Se ha dicho de todo y para todos los gustos. Se le ha dado meses de vida al presidente venezolano Hugo Chávez Frías, se le ha tildado de dictador, terrorista, megalómano, demoniaco y demás  dantescos adjetivos. Vergonzosamente el literato Mario Vargas Llosa – otrora defensor de la candidatura de Ollanta Humala Tasso – expresó  su incondicional preferencia ideológica-política y su animus conspirador en favor de ex  candidato de la derecha venezolana Capriles señalando -entre otros improperios- lo siguiente: “Preparando el escenario de su segura derrota y un posible fraude al que el gobierno recurriría para enmendar los resultados de las ánforas, uno de los jefes de las milicias del gobierno, Alberto “Chino” Carías (diez muertos a la espalda es su prontuario), ha advertido que “lloverá plomo sobre la oposición si no admite la victoria de Chávez”.[1]

Diarios como El País anunciaba antes de los resultados oficiales  de los comicios electorales presidenciales en la Republica Bolivariana de Venezuela: “En las urnas se enfrentan hoy dos proyectos de futuro para Venezuela: la vía bolivariana del autoritarismo populista o la recuperación de un sistema democrático y liberal. Vargas Llosa, cual agorero político de los últimos años, descubre a la opinión publica mundial la esencia del miedo y la importancia histórica del modelo Socialista Bolivariano: “La derrota de Chávez no solo devolverá a Venezuela la libertad y la convivencia pacífica entre sus ciudadanos que se eclipsaron con la subida al poder del comandante ex golpista. También, librará a América Latina de la mayor amenaza que experimenta el proceso de democratización política y modernización de sus economías. Porque el comandante Chávez padece, como su modelo ideológico y padre putativo político, Fidel Castro, de delirio mesiánico. Siente que su país le queda chico y que la “revolución socialista del siglo XXI” que él encabeza debe dejar una huella indeleble en toda América Latina”.[2]

La institucionalización de la desinformación y la manipulación comunicativa no tiene límites. El globalizado desespero de los grupos de poder que ven escapar de sus arcas las ingentes sumas de capitales provenientes de la usura internacionalizada se pone groseramente al descubierto, sin importarles que el 99% de la población mundial repudia la hegemonía de la iniquidad y la idolatría del Capital. El despertar socialista en América Latina es más que evidente, no se puede tapar el sol con un dedo, ni se puede continuar manteniendo el mismo discurso macartista de hace 50 años. La conspiración informativa no tiene límites. El diario español ABC daba como virtual ganador al candidato de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) teniendo como referente informativo la consultora Varianza.[3]

¿Qué fuerzas movilizan a personajes de talla internacional como Vargas Llosa a opinar abiertamente en favor de una postura ideológica y política a fin al capitalismo internacional? ¿Si Vargas Llosa manifestó su afinidad con Ollanta Humala y ahora en favor de Capriles Radonski, entonces los dos personajes políticos son sostenidos por las mismas fuerzas económicas?

Las respuestas las sabemos. Los grupos de poder a nivel internacional no les cuadran el fortalecimiento del Eje Socialista Latinoamericano. La inmensidad de recursos naturales de sus tierras y mares, los casi 3 millones de barriles de petróleo extraídos en PDVSA (Petróleos de Venezuela S.A), sus recurso energéticos, minerales y acuíferos se convierten en el botín perfecto a ser capturado. Si fuere por el Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas solicitarían a la OTAN intervenir Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, El Salvador, Uruguay y Argentina. Como los agredidos pueblos árabes, los pueblos latinoamericanos son manjares económicos para las voraces entrañas del sistema financiero internacional. La Realpolitik internacional es - sin lugar a dudas - la inmoral mascara de la globalizada Realdiktatur.

Los dictados conspiradores en contra de la soberana revolución bolivariana tiene su origen en grupos de poder, los mismos que atentan en contra del proyecto socialista a nivel mundial y esto no es secreto para nadie quien se aprecie de bien informado. El proyecto socialista bolivariano continúa en agenda histórica, la región se fortalece y son los grupos de poder y sus tinterillos quienes se rasgan las vestiduras y beben las cenizas de su globalizado oprobio. Lo absurdo es que se acusa al Gobierno Bolivariano de Venezuela de anti-democrático y al mandatario Hugo Chávez de dictador. Estas obsoletas denuncias son tan gastadas como las caducas recetas liberales que desangran las famélicas economías de la mayor cantidad de países del planeta.

Según el portal Happy Planet Index Venezuela esta raqueado en el 7º lugar de 151 países en lo referente a experiencias de Bienestar. ¿Cual sería la amenaza para la paz mundial de un pueblo como el venezolano reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como  “Territorio Libre de Analfabetismo”?  ¿Donde la dictadura nociva a toda convivencia democrática en un pueblo en donde el porcentaje de matriculas universitarias asciende 83%, superada por Cuba, quien ocupa el primer lugar con 88% de matriculación, según informes del Instituto de Estadística de la Unesco? Que tipo de educación inclusiva  promueven sistemas democráticos como en EEUU donde las universidades – consideradas - publicas se requiere de un mínimo de $8,750 dólares al año (esto si eres residente de la ciudad donde decides estudiar) o $30,200 dólares (esto si eres estudiante internacional, sin residencia), esto sin incluir gastos de alimentación, seguro medico, transporte y  libros. Ni hablar de las privadas como Harvard en donde los gastos por año ascienden a $70,000 dólares al año incluido gastos de alimentación, libros, seguro medico y transporte.

¿Qué instancia internacional cuestiona la dictadura obscenamente especulativa de la mass media? ¿Cuál de los medios que censura de dictadura y antidemocracia al gobierno bolivariano observa la dictadura del Capital ejercido en países con ínfulas de democracias mesiánicas de nivel planetario?

El triunfo bolivariano lo que hace en poner al descubierto la derrota de la mass media conspirativa, protegida, avalada y sostenida por los grupos de poder entre ellos las organizaciones internacionales como la OEA y la ONU. La impunidad se protege permanentemente en el paraguas de la manoseada “libertad de prensa”. En todas las jornadas electorales en donde el proyecto socialista amenace el statu quo la alianza grupos de poder y mass media (de la cual estos son propietarios) se activan en toda suerte de campaña conspiradora, sin existir regulación jurídica que limite tamaños excesos anti-éticos e inmorales.

Hoy es día de júbilo y de reflexión, no solo para la Republica Bolivariana de Venezuela, sino para los países de la Región. Estas campañas electorales han puesto al descubierto las fragilidades del sistema bolivariano, así como sus fortalezas. Los sectores empobrecidos han disminuido, pero existe un alto índice de pobreza y violencia que debe seguir siendo trabajada desde sus más profundas raíces de desorden psico-socio-económico-cultural. El triunfo de la revolución no será recordado –solamente-  en nuestros pueblos por la cantidad de vientres que fueron satisfechos del hambre, sino por los niveles de educación, cultura y salud que dignificaron a cada ser humano como sujeto histórico y espacio sagrado de solidaridad, encuentro y liberación.

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