sábado, 8 de julio de 2017

Mendoza 2017, sede de otra Cumbre del Mercosur

Estos gobiernos neoliberales que han ido asumiendo el poder descreen de la integración de sus pueblos ya que reniegan de la historia común, puesto que su bonanza y prosperidad individual proviene de la explotación como lacayos vernáculos de las potencias de turno y las transnacionales.

Roberto Utrero Guerra / Especial para Con Nuestra América
Desde Mendoza, Argentina

No es un chiste, es otro síntoma de la lamentable realidad en la que hemos caído o nos han hecho caer. Fue en 2012, haace varios años, tal vez un siglo porque no lo podemos medir en el tiempo, se hizo en esta tierra la Cumbre del Mercosur, allí estuvieron Cristina Fernández de Kirchner como anfitriona, también vino Dilma Rousseff (Brasil), Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), Sebastián Piñera (Chile), Ollanta Humala (Perú), Pepe Mujica (Uruguay) y, como invitado Nicolás Maduro de Venezuela. Paraguay no estuvo presente, porque justamente su presidente, Fernando Lugo había sido destituido por un golpe de Estado una semana antes y todo el grupo de mandatarios en conjunto, rechazaron a las autoridades emergentes de aquella conspiración. Incluso, el entonces canciller argentino, Héctor Timerman advirtió al inaugurar el 27 de junio de 2012 la Cumbre Social en Las Heras, “no van a golpear a Cristina como golpearon a Lugo y Zelaya, en Honduras”, mientras los asistentes coreaban “Lugo, querido, el pueblo está contigo”.

Luego ocurrió como en ese artilugio lúdico en donde las piezas de dominó van cayendo una tras otras hasta quedar toda la formidable formación en el piso. Uno a uno los gobiernos comenzaron a rodar por golpes blandos, la nueva manera que asumieron las derechas de derrocar gobiernos electos de la mano del imperio, en un momento de repliegue de las Fuerzas Armadas.

No teníamos conciencia de lo que vendría después, de esa pesadilla insomne del cambio que nos redujo nuevamente o, nos volvió a de vuelta a la colonia, así, con minúscula, por elección y designio de las autoridades cipayas y cortesanas. El mismo Paraguay marcó el rumbo en 2013, cuando instaló en el gobierno a Horacio Manuel Cartes, un joven empresario ligado al fútbol, algo premonitorio. Luego vendría la destitución de Dilma Rousseff, cuya inconsistencia deliberada ha sido comprobada, al punto que el presidente Temer no cuenta con el mínimo apoyo y su delicada situación remite a una caída inminente. No obstante ello, en la reunión de jefes de Estado prevista para el 21 del corriente y ya confirmada oficialmente, deberá asumir la presidencia pro témpore del organismo.

Otro tanto sucede con Venezuela asediada como nunca, también se debate presionada por los cuatro costados, por dentro y por fuera para desalojar el gobierno del presidente Maduro y, su ingrata presencia para sus colegas también está en duda.

Estos gobiernos neoliberales que han ido asumiendo el poder descreen de la integración de sus pueblos ya que reniegan de la historia común, puesto que su bonanza y prosperidad individual proviene de la explotación como lacayos vernáculos de las potencias de turno y las transnacionales, al punto que es mucho más importante viajar a la reunión del G20 para ver qué se cocina por allá o qué migaja les puede quedar, descontando que Merkel tiene que frenar al muchacho del jopo por el cambio climático, que participar del aburrido y burocrático Mercosur.

También es el primer acto importante para el nuevo Canciller argentino, Jorge Faurie, quien acaba de reemplazar a Susana Malcorra que, de Embajador de Francia pasará a encabezar el suntuoso Palacio San Martín, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores. Hombre del riñón del presidente, intentará un acercamiento con los países integrantes de la Alianza del Pacífico, denostada por Donald Trump, pero que, ante el resultado electoral de las primarias de Chile y el triunfo del empresario Sebastián Piñera, quien iría en las próximas elecciones del país trasandino por su segundo mandato, ofrecería un espacio apto para los ansiados negocios que parecen desvelar a toda esta camada.

Dentro de las ridiculeces realizadas en la capital de la provincia por la restricción del evento, la Policía Federal se ha dedicado a identificar a todos y cada uno de los vecinos cercanos al hotel Sheraton en donde se alojarán los invitados para que no ingresen en el radio cercado de cuatro cuadras personas que no estén previamente identificadas con fotografías y número de documento debidamente registrados. Los comerciantes se han quejado porque, en esa situación tendrán días muertos, a lo que el gobierno les ha dicho que, con lo que consume el personal afectado a las tareas cubrirán las pérdidas. Todo es así de burdo, aunque lo disfracen dentro de la encriptación de seguridad diplomática.

Lo único divulgado por el gobernador local, orgulloso adalid de Cambiemos, es que vendrán las comisiones de los distintos países para realizar las reuniones programadas cuyos resultados, caerán en el olvido, estimulados por los excelentes vinos de la que se enorgullece la Octava Capital de esta bebida.

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