sábado, 13 de agosto de 2016

Simplemente Fidel

La historia inscribe en sus páginas a quienes transcienden su tiempo con sus acciones y pensamientos, letras doradas atesoran nombres y hechos, procesos y coyunturas, la vitalidad de quien hace suya una época, Fidel Castro Ruz cumple noventa años y, tal como acostumbra, se adelanta a la propia muerte para ocupar su lugar en la historia de la humanidad. 

Cristóbal León Campos
Especial para Con Nuestra América
Desde Yucatán, México

Absuelto pos sus actos revolucionarios e histórico por sus contribuciones al mejoramiento humano en Cuba y en el mundo, Fidel se inscribe en esas páginas doradas de quienes el futuro hacen presente y lo transforman para crear “con todos y para el bien de todos”, mientras que con la muerte ha sostenido un tórrido romance que aún no concluye, más de seiscientos intentos de asesinato perpetrados por los serviles al imperialismo y aún sigue entre los vivos, Cuba es ejemplo en el mundo por su humanismo, humanista es la política revolucionaria instaurada por Fidel a noventa millas del Imperio más inhumano que ha existido en la historia.

El mar de tinta de las plumas que han escrito sobre él se viste de muchos colores, sus biógrafos traspasan los límites de las ideologías y reactivan la guerra fría, de Fidel se dice todo y se dirá mucho más, occidente lo sataniza, mas los pueblo libres reconocen en Fidel al líder revolucionario que con sus actos y ejemplo propaga la llama de la dignidad, libre desde los tiempos del Moncada, sus pasos se encaminaron por el sendero de la justicia humana, por la defensa de los derechos de la humanidad, “Patria es humanidad” dijera Martí, Fidel supo hacer de esas palabras un programa político de liberación para su país, cuya expresión inicial lleva por título “La historia me absolverá”, alegato de defensa declarado en clave leninista ante el tribunal de la dictadura de Batista, ese hermoso discurso a las pocas horas era divulgado por las voces de su pueblo que clamaba libertad.

La liberación de los pueblos del yugo capitalista; la construcción del socialismo; la interpretación de la utopía en tono positivo y posible; el marxismo latinoamericano; las políticas internacionalistas a favor de la humanidad; la cultura, el deporte y la educación entendidos como elementos fundamentales para el mejoramiento humano, para su desarrollo pleno en plano individual, pero sobre todo, su utilidad en la construcción de sociedades justas, equitativas e igualitarias; los valores y la ética revolucionaria como aspectos integrales de la formación de seres humanos nuevos, entre muchos otros temas, tienen en la obra de Fidel una vasta producción de la cual deberá estudiarse, analizarse y extraerse las enseñanzas teóricas y prácticas en los próximos años, su ejemplo es la praxis en su concepción marxista más pura: la actividad transformadora. Fidel es praxis porque ha transformado la realidad de Cuba, Latinoamérica y el mundo. 
Los sueños de Bolívar y Martí encontraron en la figura de Fidel su ejecutor, la sociedad cubana reconstruida a partir del triunfo revolucionario de 1959, adoptó los fundamentos del pensamiento martiano para hacerlos realidad, Martí padre intelectual de la Revolución cubana, tiene en Fidel a su hijo más fiel. La unidad e integración latinoamericana, tal como enunciara Bolívar, se convirtió en una de las metas a lograr, Cuba se volvió en semillero dignificado de los procesos revolucionarios en Nuestra América, las fronteras imperiales que dividen son hasta la fecha cuestionadas y puestas en duda, por el internacionalismo humanitario que Cuba realiza cotidianamente. Latinoamérica unida es aún la consigna necesaria para asegurar “el mejoramiento humano”. 

Incómodo para el más rebelde, pues el revolucionario no juega a las modas anti-sistémicas, el revolucionario transforma de raíz su propia raíz, Fidel, el comandante que se hizo compañero para seguir desde la trinchera de ideas aportando a la causa revolucionaria, retó a los intelectuales a pensar a favor de los desposeídos, tarea vigente en todo el orbe; Fidel, simplemente Fidel, es ejemplo para las generaciones nuevas, es maestro de sus contemporáneos y humilde compañero de todos los revolucionarios del mundo. Los países del llamado Tercer Mundo deben a Fidel su representación y organización en el entorno de la resistencia antiimperialista y anticapitalista, aquellos que durante siglos y décadas fueron oprimidos, explotados, colonizados y neo-colonizados tuvieron en Fidel la vanguardia y guía para desquebrajar el anquilosado dominio de la muerte, Fidel es sembrador de vida porque ha sembrado esperanza en millones de seres humanos. Fidel ha logrado la absolución de la historia, su inscripción dorada en plena vida en las páginas de los anales, dignificadas por la congruencia y la crítica, Fidel, simplemente Fidel, transciende los tiempos con su ejemplo humano y revolucionario.

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