sábado, 5 de septiembre de 2009

UNASUR, ALBA y los pueblos

Sin unidad de los pueblos latinoamericanos caribeños, derrotar al imperialismo es una quimera. Y esa unidad deberá ser construida en una lucha tenaz y constante contra ese enemigo principal y sus fuerzas aliadas. La tarea histórica, la de conformar una verdadera Confederación de Repúblicas Latinoamericana-Caribeñas, sigue vigente hoy más que nunca, y en esa dirección la creación de UNASUR es un paso importante.
Fernando Ramón Bossi / Rebelion
Cualquier análisis de UNASUR, debe realizarse en el marco del cambio de correlación de fuerzas que se dio en Sudamérica a partir del arribo al poder de fuerzas progresistas y revolucionarias. Sin esta condición, UNASUR sencillamente no existiría. UNASUR, ALBA y la revitalización del Grupo Río son consecuencias directas de esta nueva correlación de fuerzas. La sola existencia de UNASUR, debe ser considerada como un avance significativo para los intereses de nuestra región, aunque solo fuera un espacio para el debate.
Pero, seríamos ingenuos, si creyéramos que las fuerzas neoliberales, cipayas, oligárquicas están derrotadas. Siempre es bueno recordar aquella frase del gran revolucionario ruso, Lenin, cuando señalaba: "Si los explotadores son derrotados solamente en un país, y éste es, naturalmente, el caso típico, porque la revolución simultánea en varios países constituye una excepción rara, seguirán siendo, no obstante, más fuertes que los explotados”. En Sudamérica se ha dado el caso de que los explotadores están siendo derrotados en sólo tres países (Venezuela, Ecuador y Bolivia); en el resto, en mayor o menor medida, siguen ejerciendo su poder hegemónico.
UNASUR es un campo de batalla. Es el terreno elegido por nosotros para confrontar, en mejores condiciones, en condiciones de unidad y de cara a los pueblos, contra los enemigos externos e internos. La favorable correlación de fuerzas alcanzada en los últimos años, el tejido de complejas alianzas y la habilidad de los conductores para implementar la estrategia, logró atraer al enemigo a un escenario desventajoso para sus intereses. De esto son concientes, tanto el imperialismo como las oligarquías nativas, y de ahí su accionar para salir de su actual posición adversa, vale decir, provocar el fracaso de UNASUR.
UNASUR es un espacio ganado en la lucha contra el imperialismo para agrupar fuerzas y conformar un bloque de poder sudamericano autónomo. El tema de la independencia y la unidad de Nuestra América, como requisito insoslayable para alcanzar la liberación nacional, es lo que está en juego. Es por ello, que el gobierno estadounidense y sus socios locales buscan anular a UNASUR.
“No olvidemos nunca, que el enemigo principal de la Revolución es el imperialismo yanqui”, ha manifestado en muchas oportunidades el comandante Hugo Chávez; y esta verdad tiene que ser puesta en el foco de nuestro análisis. UNASUR es un escollo para las pretensiones imperialistas, más aún cuando varios de sus principales protagonistas son los mismos gobiernos que enterraron el ALCA, en la recordada cumbre de Mar del Plata.
Sin unidad de los pueblos latinoamericanos caribeños, derrotar al imperialismo es una quimera. Y esa unidad deberá ser construida en una lucha tenaz y constante contra ese enemigo principal y sus fuerzas aliadas. La tarea histórica, la de conformar una verdadera Confederación de Repúblicas Latinoamericana-Caribeñas, sigue vigente hoy más que nunca, y en esa dirección la creación de UNASUR es un paso importante. Leer más...

1 comentario:

Camila Caringe dijo...

Una de las peores expresiones del capitalismo – el neoliberalismo – dejó a nuestros pueblos con enormes desigualdades, pobreza y exclusión social. El escenario social y político fue profundamente alterado. Sus implicaciones en términos de empleo y condiciones de trabajo dejaron a miles de hombres y mujeres en situación de emergencia social, obligándolos a subsistir aún en las peores condiciones.

Soy brasileña, pero tengo un blog en español sobre este tema. Si te gustaría mirar: http://economiainformal.csa-csi.org/

¡Saludos!